lunes, 22 de diciembre de 2014

EL FUTURO - J.C.

<< Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle, en el murmullo que brota
       de noche
de los postes de alumbrado, ni en el gesto
de elegir el menú, ni en la sonrisa
que alivia los completos en los subtes,
ni en los libros prestados ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes o una blusa.
Me enojaré, amor mío, sin que sea por ti,
y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré los sueños que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
No estarás para nada, no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti. >>

martes, 10 de diciembre de 2013


 MUERTEEEEEEEEEEEEE!!! A cada frase.... otro muerto... y otro, que también se murió y se suma a los otros que ya habían muerto... hay que ser hijos de puta... 

lunes, 10 de septiembre de 2012

De envidias y otros síntomas o Crónicas de la vida en el campo en los tiempos de la insostenibilidad -> Suite caprina


  Pre-Post scriptum: comenzó como una cosa, y cuándo no, mi humanidad ("herrar hes umano"), acabó en otra...

Cita de cita (soy un plagiario al cuadrado):


<< En esta época de retorno desmelenado y turístico a la Naturaleza, en que los ciudadanos miran la vida de campo como Rousseau miraba al buen salvaje, me solidarizo más que nunca con: a) Max Jacob, que en respuesta a una invitación para pasar el fin de semana en el  campo, dijo entre estupefacto y aterrado: «¿El campo, ese lugar donde los pollos se pasean crudos?»; b) el doctor Johnson, que en  mitad de una excursión al parque de Greenwich, expresó enérgicamente su preferencia por Fleet Street; c) Baudelaire, que llevó el amor de lo artificial hasta la noción misma de paraíso. >>
 Julio Cortázar, <Lucas, sus meditaciones ecológicas> - "Un tal Lucas"

No es raro que, tras salir de mi casa cargado hasta arriba con mi look de "campista trasnochado" (porque suelo ir a la sierra los lunes o domingos y no los fines de semana como sería esperable de alguien con un look tan "dominguero" como el mío), conjunto que consiste en ropa bastante desgastada más macuto o mochilota bien pesada (incluso, en ocasiones, con una segunda mochila pequeña al frente en donde viajan libros, termo y mate), no es raro, decía, cruzarme con la mirada de otros urbanitas que sin dificultad adivinan que marcho al campo. Por la mirada azorada y uniceja de más de uno, sobre todo de los muchos viejos de nuestro barrio pseudo falangista y católico, puedo imaginar que piensan algo del estilo: "vago y sucio... ¿por qué no buscas un trabajo?"; y tanto por la mirada de otros, por lo general más amable, como por algún que otro comentario que suelen arrojarme al pasar del estilo "¡qué envidia das, tío!" o "pal campete con este calor, ¡quién pudiera!", me doy cuenta de lo mucho que los urbanitas ignoramos de lo que implica el irse al campo, o lo fácil que se asocia este irse de la ciudad con huir o escaparse de un mundo de complicaciones hacia un mundo sencillo, del mundo del trabajo a un mundo de (h)ocio. "¡Hah!! ¡Hel placer del hatardecer, hel holor del campo!"
 La verdad es que tanto los viejos fachas como los románticos bucólicos nos equivocamos, y no de puro mal pensados, sino de ignorantes: si la cosa es tan obvia y es tan evidente que el campo es un lugar de evasión (y no en verdad el gran evadido), ¿por qué se han vaciado los pueblos? ¿Por qué van quedando sólo los viejos? ¿Por qué se van abandonando las tierras, se ensucia el monte (con las terribles consecuencias como los incendios que sufridos esta temporada en toda la península {incluido Portugal}), por qué la cizaña conquista territorios antes productivos?
 La respuesta, creo, es simple como el campo: porque es imposible en las condiciones actuales vivir de la tierra, y si la misma gente de los pueblos no lo hace (no vive-de-la-tierra), no es de vaga (o porque sea particularmente más vaga que la gente de la ciudad {en general, creo que es al contrario}), sino porque esta gente sí sabe lo que implica ese vivir-de-la-tierra, vivir-del-campo y lo ve, al decir de mi colega Mario, como "la última trinchera", para cuando "no haya más cojones que coger el azadón". La archi-escuchada sentencia "la dureza de la vida en el campo", siempre acompañada de un gesto grave y cierta solemnidad tanto por quien la profiere como por quien la escucha, no por cierta revela un mayor conocimiento de la situación de ninguno de las dos; tal expresión en todo caso enmascara o maquilla la ignorancia en un tapiz de supuesta comprensión y conciencia de lo que la vida en el campo es. Puedo decir, luego de nuestro infructuoso intento de comunidad del año pasado, que existen un sinfín de mitos urbanos con relación al campo, tantos que puesto a tratar el tema, no sabría por dónde comenzar... por lo que creo que lo mejor que puedo hacer es cronicar un poco nuestra cotidianidad durante las últimas semanas en la choza.
 Comencemos diciendo lo que suele ser una asociación inexorable entre el campo y un buen descanso... Pues bien, esta idea, al menos en lo que refiere al contexto de la choza... ¡es una falacia absoluta! Y paso a detallar: A finales del invierno tuvimos pulgas, provenientes del extraordinario abono que usamos para el huerto (era mierda de oveja, y lo de "extraordinario" lo dijo un viejo del pueblo, aunque a lo mejor se refería a la "vida interior" que aquella mierda en particular abrigaba). Evidentemente, este fertilizante no sólo sirve de alimento para el suelo y sus hortalizas, sino que también puede servir de cobijo para las pulgas que, tras abandonar la cobertura lanuda de las ovejas, se refugian en su mierda en proporciones similares a las de un éxodo civil durante un conflicto bélico. La plaga se comportaba a la usanza de un cuerpo guerrillero que hostigaba al enemigo tal como pedía el Che, "sin dejarlo descansar", y si bien el control de la plaga de pulgas fue muy difícil, el lograrlo no nos valió más que para darnos cuenta de que la colonia de ratones había experimentado un verdadero baby-boom. El impacto que nos generó ese crecimiento fue posiblemente debido a que, demasiado jodidos por las picaduras de las pulgas en la cama, no éramos conscientes de las dimensiones de la explosión demográfica que la colonia atravesaba y, cuando lo notamos, los condenados bichos estaban tan acostumbrados a nuestra lastimosa presencia que llegaban a quedarse unos instantes mirándonos desafiantes, antes de huir por techos, muros o debajo de las cestas de la choza. Así como no fuimos conscientes del crecimiento de la colonia de ratones, sí notamos cómo ésta fue reemplazada por una de bichos más robustos, con la cola más larga: ratas. Para entonces, los sistemas de almacenamiento de la comida, el grano, etcétera, vivieron una revolución copernicana: la choza, gracias al gato, estaba "asegurada contra ratones"... pero gracias a los perros de nuestros "compis" (así: entre comillas), al quedarnos sin el gato se volvió una cuestión de tiempo que aquello se convirtiera en un buffet libre de roedores. Entonces tocó dormir con tapones obligatoriamente, o de lo contrario era para desvelarse escuchando los juegos y las orgías que los roedores montaban, sólo comparables a las del Congreso de la Nación (ratas con trajes).
"Buscando a Wally" caprino
 Ahora pasemos a la rutilante-actualidad. Llegó el calor y entonces la cosa mejoró en el aspecto roedorístico (pues llegaron los gatos con la paridera primaveral {en el pueblo todas las gatas paren a la vez}), pero empeoró en otro: llegaron los mosquitos y las moscas, quienes al parecer hacen, respectivamente, media jornada. Para la siesta Mario tiene una tela mosquitera que usufructúo cuando no está, pero si no opto por darme una ducha con una maceta ("ducha mecánica" podría definir la enciclopedia británica), y así, fresquito, me tiro en un aislante inflable protegido de las moscas con unas sábanas. Y así, fresquito y protegido de las moscas, puedo descansar fantástico en la siesta, a la sombra al lado del cabrerizo, donde ya hace un par de lunas no moran las locas. La siesta intentamos que sea lo más temprano posible, pero rara vez lo conseguimos antes de las dos y pico.
Tenemos hasta las cuatro y media para levantarnos, lo que constituiría una flor de siesta en condiciones normales, pero como por las noches no solemos acostarnos hasta cerca de las doce (o pasadas) y el despertador suena a las cinco y media de la madrugada, el cansancio que se va acumulando merma el valor de la siesta que sabe a poco. Calculo que ese es el caldo de cultivo de lo que he dado en llamar:
 "La bipolaridad del pastor", definida como aquella que emerge entre las cinco o seis y tantas de la tarde (dependiendo de la hora a la que se suba a buscar a las cabras). Los primeros síntomas son difusa ansiedad, que puede estar acompañada por una agnosia visual que impide el reconocimiento de formas caprinas en el monte (frecuente comorbilidad con  binoculares tuertos); esto bien puede deberse a que las cabras rara vez están del lado del monte que se puede ver desde la choza, lo que permitiría tenerlas más o menos controladas (como mínimo sabiendo dónde están en un momento determinado). Luego, entre paso y paso, sobreviene cierto desánimo, que no sería tan marcado de no venir un abrupto quiebre en el terreno que, mientras merma nuestra capacidad pulmonar, sobreviene un sentimiento de inseguridad o duda, acompañada por una rumiación pasivo-agresiva que con relativa frecuencia se presenta ligada a una ideación pseudo culposa autoincriminatoria que a nivel del discurso podríamos describir como: "¿pero quién carajo me mandó a ser aprendiz de pastor de caaaaaabras, la puta que me parió?" ... (los puntos suspensivos están resaltados para destacar la importancia y el lapso irregular que se puede dar entre improperio e improperio, pudiendo variar de un sintético "cagontóloquesemenea" a otro tipo de observaciones, más profundas o peregrinas) ... "ovejas, vacas, todas con la movilidad de una embarazada de nueve meses ... pero no, el tipo fue a elegir caaaaabras, que se suben a los muros, que no hay valla que se les resista, que sieeeempre 'tiran pal moooonte' y el monte sieeeempre está a tomar por cuuuulo, sea de alto, sea de escarpado, sea lo que sea, y la madre que me parió, carajo". Así, a más de 1200 metros sobre el nivel del mar, emerge la desorientación producto de la aparición del resonar de cencerros, pero no se puede estar seguro del origen del sonido... el viento, claro, no ayuda, y los aviones (que por momentos circulan con muchísima frecuencia) incrementan las posibilidades de ilusiones auditivas: "¿eso fue una cabra güarreando... o es el puto Concorde surcando el cielo?". Para colmo de males andan también, armadas de cencerros, las vacas del Manolo y las ovejas del Genaro, las del primero sobre la cañada o arriba del monte, las del segundo siempre abajo, justo al lado de los canchos (entre las peñas de piedra) que es un lugar a donde las teníamos acostumbradas a estar a las locas, y al que cada tanto vuelven como bichos con memoria que son. Hasta que se llega a ver si están o no en el mencionado cancho, ya han podido emerger los reseñados síntomas una buena docena de veces (con variaciones sutiles y no tanto).
Paloma enseña a hacer pilates al picho
Pero también puede ser que al llegar a este punto del monte surja, inconfundible, un güarreo (nombre que le dan los del pueblo al sonido de la cabra), un güarreo DIVINO, ESPERANZADOR, y en el acto una tranquilidad inquietante (si tal cosa fuera posible) nos recorre... nos decimos "Están! no sé en dónde, pero están!!!" Entonces, tras ese ligero alivio es posible (aunque no probable) que logremos el reconocimiento visual de las muy cabras, tras el cual puede generarse una nueva escalada de inquietud y nerviosismo acompañada por síntomas de hostilidad/agresión, casi siempre asociada a exclamaciones del tipo: "pero miralas vos, qué hijas de puta son, que lejos questán!", o "me van a hacer ir hasta allá, las muy cabronas... las llamo, me responden pero me pueden tener toda la tarde gritándoles y haciendo sonar el grano en el morral... hijas de puta, mirá lo que tengo que subir, y ahora por dónde coño voy", etcétera. Tras las manifestaciones de hostilidad, surge otro sentimiento: el de la resignación; comenzamos a subir pacientemente, sabiendo que no hay camino (que "se hace camino al andar", parafrasea Serrat a Machado, justo en el momento en que me encantaría meterle una zarza en el orto y decirle: "tomá, la puta que te parió, hacé camino vos, que yo te sigo!"). Mario me dice que él no para de dar pasos, que, cual maratonista maniático, sigue dando pasos mirando alrededor de sí, no más allá de medio metro, porque si no "se bloquea" y creo que es buena estrategia, porque si uno sigue y sigue, comienza a valorar el esfuerzo de haber llevado el palo que sirviera de bastón todo el camino, y sin darse cuenta, puede ser que de repente (aunque en realidad pasaron 30 minutos) uno está arriba de las cabras... y entonces, todo va sobre ruedas, nos inunda una sensación de paz, de tranquilidad, uno agradece al destino, agradece al cielo, a las zarzas que hubieron de ser sorteadas, a los espartos con los que resbalamos por el caminante-no-hay-camino, al sol por calentar la sierra y calentarnos, y en esa paz agradece también la brisa por refrescarnos hasta por debajo de la piel... Entonces vuela una piedra que se estrella en una roca con cierto estruendo y se escucha "pero cooooooooño, qué carajo hacemos aquí, VAAAAAAMOS PAL MANANTIAAAAAAAL!!!", grito de pastor que pareciera negar toda la tranquilidad anterior (pero es pura apariencia) y las locas, mágicamente, comienzan a andar porque ya saben lo que viene: viene marchar, parando en los árboles a comer los últimos resabios del verde de la primavera que deja la sequía ibérica estival, y al final, en el manantial, sobre la ladera de la sierra, en la parte que los viejos llaman "lomogordo", sobre una roca que sirva de comedero una lluvia de granos que van a hacer las delicias de las locas, incentivo inexorable pa' que el hábito se logre (la magia, en estos términos, no existe... o es demasiado caprichosa, como en todos los planos, incluido el caprino).
Portfolio caprino: Carmen, Ñeca (Riquelme), Sierra por 2 y Paloma
 Entonces, y en contraste a la previa inquieta tranquilidad (si tal cosa...), a la paz, sobreviene la satisfacción: las bichas comen, puede que nos acerquemos a Caaaaarmen (la matriarca, cara 'e duque o marquesa, que tiene una infección en una teta que ha de ser ordeñada religiosamente todos los días), que la engañemos o, como dice Mario, la "seduzcamos" (es que el temor mella al relación con el animal), y comencemos con la última parte de la faena, del ritual... luego se acerca la "Ñeka" (Muñeca, o Riquelme {por sus características orejas que siempre me recuerdan el festejo de goles del jugador de boca), siempre dispuesta y cariñosa. La tomamos de los cuernos para que le deje mamar a su ahijada (forzosa), la Elvirita (bautizada en nombre de la mujer del pastor que nos la consiguió), luego damos de comer al Cancho (al perro pastor) y bajamos del monte con un síntoma nuevo: una sensación de plenitud, mucho más profunda, de mayor gratitud que antes, gratitud que se expande, con las bichas, con el monte, con la sierra, y con el convencimiento, ahora sí, de que ser aprendiz de pastor "es la ostia"... por lo menos hasta la siguiente tarde, "y así siempre".

Guerra acaba de dar a luz a Mora

lunes, 28 de mayo de 2012

El primer trabajo en la sierra ó ''El "bostario"''

 En el campo las faenas suelen superponerse, pudiendo conseguirse múltiples objetivos con una sola actividad. Por ejemplo, mientras hacemos leña para calentarnos y cocinar, vamos limpiando el monte en donde la próxima temporada podrá crecer más hierba para el ganado. 
Gitano llevando el abono hasta nuestro prao
 Así fue el encargo que nos hizo León, que nos pidió que limpiásemos su prao (lo que significaba recoger toda la mierda de la Mara, su yegua) y que acto seguido la llevásemos a su huerto, en donde la apreciadísima "basura" (como llaman en la sierra al guano) serviría como fertilizante para la cosecha de este año. Como forma de pago, León nos daría algunos euros y, lo más interesante, nos permitiría usar casi la mitad de su basura para abonar nuestro huerto. Semejante "oferta de negocios" no pudo menos que despertar la picardía de Mario, quien atento a la delicadísima situación laboral que se vive en esta península producto de la crisis, me dijo: 

- "¡Qué bien, tío! ¡Ya tienes una noticia buena y una mala para compartir con tu familia!"
- "¿Una buena y una mala?"-, repetí sin comprender.
- "¡Pues, claro! La buena es que ya tienes tu primer trabajo en la sierra...
- "¿Y la mala?
- "Pues que te pagan CON MIERDA!!!"

lunes, 19 de marzo de 2012

"Intu de güaild" ó Crónicas de una experiencia rural castellana


Vista del huerto en invierno 

 ¿Habrá sido conciente Jasón de que la gloria lo cubriría con su dorado manto tras cumplir con la épica incursión a la Cólquida a bordo del Argos? ¿Habrá intentado Hércules burlar los presagios del oráculo de Delfos, ese que le había presagiado la gloria eterna a la par que la muerte en la campaña contra Troya?
 Menos célebre, pero inapelable como la Esfinge ante Edipo, fue el presagio de Isaac, pastor experimentado, a mi amigo Mario, durante aquellas duras semanas de pupilaje caprino: el pastor sentenció "se te van a morir todas antes de los seis meses"...

 Y tal vez, antes de continuar, sea mejor una...

 ... pequeña introducción biográfica
El huerto, el cabrerizo y Mario pasando la vertedera con Gitano
 (Escrito tras mi primera experiencia campestre en Valdemanco, en otoño del 2009)

 << (...) Una hermosa mixtura de sensaciones que al cerrar los ojos van ligándose a imágenes, olores, sonidos de los últimos días en la llamada "sierra pobre" de Madrid... cierro los ojos y veo los colores de  los álamos, transformándose por el frío que comienza a caer desde la sierra y por el sol que por las tardes infla tanto las hojas de los árboles de un amarillo furioso que en ciertos momentos parecieran arder... si mantengo los ojos cerrados puedo ver a mi amigo Mario, dentro de la choza que él mismo construyó con sus manos de filósofo, jugando a las 11 de la noche (dice el pobre reloj, sin que nadie le lleve demasiado el apunte) con un leño de fresno, intentando descifrar los secretos de esta madera tan presente en las tierritas que tiene arrendadas; Mariete se vale de un pequeño machete porque "es más fácil de manejar para lo chiquito", además de que el machete grande no podría siquiera ser abanicado en el aire sin cargarse el techo y parte de la pared de adobe que él mismo se inventó hace unos años cuando construyó la choza... Mariete se vale no sólo del machete sino también de una linterna frontal, pero fundamentalmente se vale del fuego de su corazón inquieto para investigar, para escrutar la materia y sus relaciones con la energía...
La familia durante la última trashumancia de diciembre-enero


 Como cada vez que he ido al campo, a la montaña, mi sensación de entrada es la del asombro ante mi propio desvalimiento: no sé agarrar un machete, se me complica sobremanera atar una soga y la sencilla tarea de cavar un pozo con una pala se convierte en un acertijo que si me lo hiciera la Esfinge hoy cenaría Santiago a las brasas (si la loca consigue encender el fuego con la leña mojada). Así, puede pensarse que mi llegada a Valdemanco tuvo bastante de repetición, pero ésta es más aparente que real, porque la sensación de impotencia que me arreciaba por todos lados fue y es siempre en alguna medida original: cuando comenzaba a manejar medianamente mejor la pala, llegaba el momento de descargar la arena en algún lado, lo que hasta el final de la tarea fue siempre un oscurísimo misterio pues no sabía en qué terminaría lo que estaba haciendo (situación bastante similar a la que está sucediendo mientras escribo esto, que no sé dónde acabará); más tarde eso se convertía en un muro de piedras (que tampoco podía apilar de manera que quedaran estables: muro de los incas, muro de los incapaces), luego sería la preciosa base del tipi... o luego cuando las cabras de mi amigo se me disparaban sierra arriba, no sólo no lograr frenarlas sino que con cada intento de hacerlas volver, me gambetearan cual burrito Ortega en su mejor época y me dejaran pagando viendo cómo de nuevo arrancaban para cualquier lugar, menos hacia el deseado. >>
Mariete ordeñando a la Sierra en verano

 Tras los toques biográficos, una...
 Pequeña (y jocosa) crónica del Prao Manolo.
 Todo comenzó con un filósofo y su pareja, que fueron descubriendo (o pensando) que querían vivir del campo/en el campo (parecido no es lo mismo). Comenzaron con una pequeña tierrita que unos viejos del pueblo les habían ofrecido para poner un huerto, oportunidad que no dejaron pasar: Mario construyó un "precioso" mini-estanque de cemento para el huerto (un implemento que al día de hoy Mario recuerda como "¡un deliiiiiirio! ¡No servía para nada!"). Una amiga de ellos montó un tipi (tienda estilo sioux) en un terreno arriba del pueblo, lo que les inspiró la idea de construir una pequeña choza para vivir más en contacto con la naturaleza. ¡Y allá fueron! Arrendaron unas tierras y mientras Paulita trabajaba afuera, Mario comenzaba la construcción de la choza y liquidaba ahorros de viejos trabajos para poder comprar las herramientas necesarias. (Se pueden ver imágenes del proceso en el blog del Prao: mundochoza.blogspot.com)
Pastoreo matinal: Carmen y Viento miran las manos del pastor
 Una vez acabada la choza, se fueron de viaje a tierras mexicanas, a vivir en diversas comunidades indígenas en donde aprendieron algunas artes de aquellas tierras. Fue entonces cuando Mario maduró la idea de tener animales: al volver compró unas cuantas cabras y unas cuantas gallinas, y con lo aprendido en México construyó un cabrerizo-gallinero, siguiendo sólo en parte las recomendaciones de los viejos del pueblo. ¿Para qué cercas y vallas? Se trataba de desarrollar un nuevo concepto de granja más horizontal, democrática... ¡una granja jipi! La cosa era enseñarle a gallinas y cabras que no se podían acercar al huerto... y el aprendizaje iba bien, no se acercaban y al acercarse Mario las ahuyentaba, con lo que era de esperarse (o no) que aprendieran que el huerto era tierra prohibida... el tema fue que las gallinas, justo-justo antes de graduarse, se comieron el huerto. "No hay mal que por bien no venga", dice el refranero, y merced de tal sentencia no hace falta señalar lo hermosas que se pusieron las gallinas (no todos los días uno puede ver animales de granja alimentados con hortalizas ecológicas). Semejante crianza no puede pasar desapercibida, ni siquiera para los zorros (o sobre todo para éstos) y fue así que, al pasar por el prado, los zorros no pudieron evitar sentirse invitados al banquete que el Mariete humanitaria (e involuntariamente) convidó. Cabe agregarse que, entre que no había valla ni perro, y encima las locas estaban más para un reality de obesos que para una carrera de 50 metros llanos, las gallinas, de puro gordas, pobres, no tuvieron oportunidad. 
Duna, Fernando y las obras de ampliación durante otoño
 Todas estas experiencias no fueron vanas: Mario aprendió importantes lecciones: valló el huerto, buscó un perro para cuidar las gallinas y otro para cuidar las cabras. Algunos viejos le dijeron que el perro que tenía para lo segundo no servía, que acabaría comiéndose a las cabras, pero él opinó diferente e hizo hasta lo imposible por enseñarle a ser un perro pastor... 
 Como se dice por ahí, "el diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo"... y dicho esto, tal vez no haga falta siquiera mentar la conclusión... Mario descuidó la choza unos días mientras le ayudaba a Paula a montar su casa en el pueblo (había decidido que no quería vivir en la choza), y entonces el perro se fue comiendo las gallinas que quedaban y las cabras. Todas menos la Caaaaaaarmen, de quien el perro, se comentaba no sin acierto, estaba enamorado. La profecía de Isaac quedaba finalmente cumplida, salvo por que no murieron todas, salvo porque no fueron seis meses sino ocho...
 Esta catástrofe supuso un muy duro golpe para Mario que, habiéndolo dejado con su pareja, decidió salir con su caballo y su cabra a trashumar. Pero eso lo dejaremos para una segunda parte...

Viento, el chivo, se duerme in fraganti sobre un saco de avena
Por ahora, baste decir que los procesos han continuado, que las cosas no se han rebelado contra la máxima de Heráclito y el cambio sigue siendo ley: Mario ya no se desvela, al menos no por propia voluntad, y se levanta antes de que el sol siquiera se asome (de ahí la memorable frase: "no es por nada, Mario, pero me parece que te has levantado dos veces el mismo día"). Hoy el prao cuenta con diez chivas (tres preñadas) y un chivo, hemos preparado un segundo huerto, hemos ampliado la choza y estamos cerca de tener un horno. La linterna frontal ha sido abandonada, salvo para las visitas o para urgencias y las noches de desvelo nacen del influjo de la luna llena. Y así vamos, intentando ser autosuficientes, intentando generar una comunidad más allá de nosotros que nos permita desarrollar una alternativa para otros que, como nosotros, creen que otro mundo es posible... 

 Madrid, 19 de marzo

martes, 21 de febrero de 2012

L'especulació immobiliària i 'les regles del joc'


Urbanització fantasma a la serra. De cada 15 chalets que se observan, sólo uno está ocupado.
 Reproduzco una charla de café entre jóvenes becarias españolas. Una es claramente de derechas, la otra de izquierdas, y conversan acerca de la ley de hipotecas en el contexto español (ya reseñado en otras entradas: familias en la calle mientras casi 4.000.000 de pisos continúan vacíos {ver Público.es}).

- "Lo de los desahucios es inmoral"
- "Pues sí, me parece triste... pero ¿qué se le va a hacer? Nadie obligó a esas personas a hipotecarse"
- "Eso es cierto, pero fueron los bancos quienes motivaron a las personas pedir créditos por montos superiores a los que requerían; fueron los bancos los que tasaron las casas a un precio exorbitado y luego las revisaron a la baja"
- "Ya lo sé, pero ¿qué esperas de los bancos? Ellos hacen su negocio, uno si quiere firma, si no quiere no..."
Stop amb l'especulació!
- "Pero es que ¡es inmoral! Piensa que no son ni casos hipotéticos, ni números, ni estadísticas. Quiero decir, por ejemplo, una familia se hipoteca por 400 mil euros, no puede pagar la hipoteca, la desahucian de la casa, pero como los precios estaban inflados, ahora al entregar la casa le condonan sólo la mitad de la deuda, 200 mil euros, y el resto es una deuda al banco que explícame ¿cómo coños hace una familia desahuciada para pagar? ¿Cómo hace si el sueldo mínimo está congelado en 600 euros y tenemos más de 4 millones de parados? 
- "Pero ese no es un problema del banco. Son las reglas del juego"
- "'¿¡Las reglas del juego!?' ... Tía, hasta hace menos de un año trabajabas 8 horas y no cobrabas, ahora cobras 500 euros... ¿¡Es que no te das cuenta de que defiendes 'las reglas del juego' cuando tú no eres ni el dado!?

                                                          Madrid, 21 de febrer

viernes, 10 de febrero de 2012

"Sucede hasta en las mejores familias"...

Imagen tomada de Diarioregistrado.com
... ó "¿quién no tiene un muerto en el armario"?
 Suite bíblica: "el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra"...
 "Así en la tierra como en el cielo"...

 Así,
 en la tierra como en el cielo.

 En todos lados
la misma hediondez,
palabra horripilante,
pero horripilante es mi sentir
(frase horripilante).

 Está claro que nada bueno puede surgir
de este sentir, de esta indignación,
de esta sensación de indignidad
al ver la justicia
violada
una
y otra
        y otra vez

 Atroz es el terrorismo,
pero mucho más terrible lo es
el perpetrado por el propio Estado.

 Atroz es la injusticia,
pero mucho más flagrante
es la que viene de la mano de los tribunales.

 ¿Cómo puede la Justicia ser justa
si castiga al más virtuoso de sus jueces?
¿Qué justicia esperar
cuando sus fallos desnudan la memoria
 y la visten como a la más sucia de las putas?

 Un abogado de la querella proclama
"este es un triunfo de la abogacía",
y sin querer devela lo que ya todos sabíamos:
que la abogacía nada tiene que ver con la justicia,
que los tribunales juegan un perverso juego
en el que la verdad no tiene cabida,
y sólo importa la victoria,
la derrota del enemigo.

 Acusan al buen juez
de desacreditar la justicia española
y no ven que son ellos mismos
en su necedad
quienes cavan la fosa del descrédito
y lejos de avergonzarse
brindarán esta noche con champán.

viernes, 3 de febrero de 2012

Vivint a la serra amb massa feina però...

però en lloc un comentari sobre la broncemia.
un vers sense esforç..:!
(no rima res)

 Aixì, potser cacofònic, comença l'any 2012.
 "Aixì a la terra com al cel"

 Gloria a Deu!! "Oh Sanna, that's the question!"

 Com deia el pastor d'en Warren Sánchez,
a la veu del Marcos Mundstock,
"lograrás una humildad que te llenará de orgullo y soberbia"

 jo no he trobat cap humildad, però estic ple de orgull, d'un hermoso i sentit orgull de fill.



 Que gran que és mon pare!
 No puc dir més que:
 "¡Dibuje maestro,
dibuje!".

 

sábado, 3 de diciembre de 2011

"Resistiré... jodido pero bueno"

 Una sonrisa, tal vez por no llorar. Fragmento maravilloso de brillante cómico español, el gran Wyoming, con un pianista que no conozco pero que la descose.
 ¡A veure qué us sembla!!

martes, 29 de noviembre de 2011

Así habló Tekhnotustra



Cierra la mejor semana del año en el Ibex (la bolsa de Madrid)... ¿el efecto Rajoy? 
La Merkel más dura que nunca... pero dura o no, yo, como que a esta película ya la vi, le aseguro: Señora, vaya comprando un monedero nuevo, que se vienen los Lecor, los Lecop y los Patacones, más que Euro de 2 velocidades vamos a acabar con una ensalada de pseudo monedas que ni caja 'e fórmula uno! 
Recuperado el 2/12/2011
 Ahora estamos llegados de Barcelona, viviendo la bendita maldición de los orientales, esa que dice "ojalá te toquen vivir tiempos interesantes". Tere va percibiendo en diferentes frentes la noventización, la argentinización de nuestra España: recortes y ajustes, docentes a la huelga, los medios propagando el miedo y protegiendo el discurso de mentirosos, tecnócratas vendiendo la solución, políticos comprándola, y es que no hay mentira más peligrosa que la que se ajusta al anhelo del engañado. De nuevo, a esta película ya la vi: en la Argentina se habló entonces de "Super poderes", que le permitirían al Ministro de Economía (o mejor dicho, al "Super Ministro de Economía") tomar decisiones sin pasar por el Congreso. Quienes defendieron estos fueros temían por la delicada situación financiera reinante (meses antes del famoso corralito del 2001)...
- "Entonces ¿estamos mal Ministro?"
- "¡En absoluto! Nuestro sistema financiero está muy sólido luego de los últimos tres planes exi-, ¡sugeridos! por el FMI. ¡Fíjese nomás el nombre del último plan! ¡Blindaje económico! Pero si era la coraza que faltaba, ahora sólo nos hace falta recuperar-la-confianza-de-los-mercados. (Nota al margen: siempre se habla de la necesidad de recuperar la "confianza de los mercados", nunca de recuperar "la confianza de la gente") Y para recuperar-la-confianza-de-los-mercados harán falta importantes gestos-de-grandeza: lo primero, reducción-del-gasto-público (Nota: "los opuestos se tocan" dice el Tao). Lo segundo, ¡patriotismo! Tanto queremos a la patria que no queremos que su honor se vea manchado en ningún rincón del mundo: ni en Hong Kong, ni en Nueva York, ni en Frankfort, ni en Roma, Madrid o Tokyo, ¡ni muchísimo menos en París! Y como amamos a la patria, ¡honraremos su deuda internacional para que nadie en el mundo pueda decir que la Argentina no es un país honrado! (Nota: ¡Sí señor! "¡Pobre, pero honrado!") Y, permítame agregar que este amor a la patria no tiene que verse mermado por el hecho de que en los últimos 10 años todas las empresas del estado así como también los fondos de jubilación hayan quedado en manos de capitales extranjeros, o porque los expertos del FMI nos deman-¡sugieran!, ciertas modificaciones en nuestra política educativa o sanitaria".
* * * 

 ¿Qué tal? "Grandeza" para reducir, "patriotismo" para honrar la deuda extranjera (ni hablar de la deuda interna). ¿Cómo se justificaba otorgar semejante poder a una persona? Igual que se justifica hoy: al ritmo crepitante de los mercados los políticos desnudan su impotencia, que es idéntica en épocas de bonanza, salvo por el hecho de que se nota menos. Ante esto, y dada la impericia de los dirigentes para solucionar las cuentas, se necesita de alguien que ayude a paliar el "temor-en-los-mercados". Es en ese contexto que surgen los tan mentados "tecnócratas", que se supone tienen la-solución-a-todos-nuestros-problemas... ¿A todos nuestros problemas? Pues sí, porque son-las-finanzas-las-que-mueven-al-mundo... Pero... ¿son las finanzas las que mueven al mundo?... Aquí es donde comienza el cisma, la polémica.
 Recuerdo cuando por aquellos años (finales de los '90, principios del 2000), en el gobierno argentino comenzaban a pulular por todos los ministerios especialistas en economía y, lo que llamaba mi atención, el respaldo tácito de nuestra sociedad a esta política de Estado, consistente en la completa ausencia de política de Estado. Como se escucha en las marchas del 15M: "A los mercados, ¿quién los ha votado?". A Cavallo, el Super Ministro de Economía que fuera llamado a apagar el incendio que su propio plan de Convertibilidad había gestado durante una década, ¿quién lo votó? Está claro que nadie... pero si tras la colisión con el iceberg el capitán titubea y a la par surge un reputado señor que dice tener un plan para salvar la situación, la tripulación prefiere desconfiar del capitán y confiar en el reputado desconocido. ¡Vamos, que antes que una verdad de mierda es preferible una mentira esperanzadora! La sociedad no se preguntaba por qué los representantes del pueblo, elegidos por aquél para reflejar la voluntad de las mayorías, delegaban nuestro destino en "especialistas"; preferíamos confiar en que el padre de la bestia conocería mejor las mañas de su creación, a la par que habíamos de olvidar que había sido el propio Cavallo quien había estado criando cuervos desde que propulsó el alquímico plan de Convertibilidad. Se podría decir que muchísimos argentinos caímos en lo que Orwell llamaba en 1984 <doblepensar>.
 Lo que quiero cuestionar es esta idea omnipresente en la actualidad: ¿las finanzas mueven al mundo? Se nos acusará de materialistas, pero puestos a analizar el problema de qué es lo que mueve al mundopienso que la respuesta más obvia, inmediata (y acertada) sería: "el oro negro". Son el petróleo y sus derivados los que nos han permitido acelerar a niveles insospechados el ritmo de nuestras vidas. El petróleo, sus derivados y, habríamos de agregar, una disponibilidad que pareciera-no-tener-fin, al menos en el inconsciente de la mayoría de nosotros. Como en apariencia la lata no se acaba, como siempre se consiguen un par de litros aunque sea "un poquito más costoso", nunca llegamos a cuestionarnos el origen ensangrentado que la gasolina y demás derivados del crudo tienen. Y decimos "demás derivados" porque los empleos son inconmensurables: desde bolsas y materiales plásticos, carpeta asfáltica, pinturas, gasolina, sin olvidar los fertilizantes que permitieron "la revolución verde", entre tantas otras.
 Otro ejemplo de nuestra escasa conciencia: en Europa vivimos como un derecho humano universal el vivir en un ambiente a 21º (aunque afuera hagan -1º), pero lo cierto es que para que nosotros podamos acceder a este derecho, tantos otros (a quienes nosotros no vemos) tienen que renunciar a muchísimos derechos tanto y más fundamentales. Por ejemplo, ¿cómo pagan Francia o España su petróleo? Un diputado francés dijo que a Gadaffi en los últimos dos años se le habían vendido helicópteros de combate y armas, así como los españoles habían incrementado el comercio con el régimen libio de manera exponencial en los últimos años (entendiendo comercio como venta de "material bélico")... Luego los yanquis, disfrazados por la Otan, es decir, un italiano en suelo español queriendo hacerse pasar por francés con acento alemán hablando en inglés, justificaban la necesidad de tumbar un régimen tiránico, déspota, sanguinario, al que (doblepensar) en los últimos 5 años habían estado armando hasta los dientes a cambio de un buen precio de crudo.
 Por otro lado, hemos de reconocer que son las finanzas las que impulsan la guerra, pero sin el petróleo no habría con qué hacer armas, trasladar tropas, arrojar bombas... Cuando los mercados arden, las acciones hacen tambalear al mundo pero al desvanecerse, desaparecen, como si nunca hubieran existido y sólo quedan de la debacle algunas pensiones de lujo para altos cargos o algún corredor arruinado que se ahorca con su corbata. Cuando el petróleo arde, en cambio, lo destruye todo y no deja nada. Sin el crudo, hoy, no habría con qué especular, o habrían otros intereses ("creados" o creables), pero sin petróleo no tendría sentido tal especulación.
 Creo que podemos estar de acuedo en que al fin de cuentas, las finanzas no podrían llegar demasiado lejos sin el petróleo (o si no pensemos en Mingo Cavallo yendo cuesta abajo en monopatín... las finanzas no llegarían mucho más allá). El problema ante nosotros es un problema de recursos, de disponibilidad. Lo que Schumacher llama "el problema de la producción", una cuestión que la economía, tanto la actual como la de los '70, menosprecia o ignora: las consecuencias cualitativas que la explotación sin límite tiene, consecuencias que podrían pensarse como un costo distinto al económico, mucho más esquivo y difícil de medir y que podríamos llamar de diferentes maneras, por ejemplo "costo social", "costo sistémico", "costo ambiental" (considerando al hombre como parte constituyente); nos referimos al costo verificable en las condiciones concretas de existencia que tiene la explotación inescrupulosa de los recursos no renovables de una sociedad (aunque no sea la nuestra).
 ¿Por qué no se toma en consideración esta cuestión? Porque, por ejemplo, ¿qué coño puede saber un economista del daño ambiental que genera una de estas nuevas urbanizaciones periféricas, que pululan tanto en Europa como en Latinoamérica?
- "Oye, pero ¿y eso qué tiene que ver con el petróleo?"
- Pues que esta noción de "ciudades dormitorio" lleva implícito un serio problema del transporte. En la actualidad tienden a crearse grandes concentraciones demográficas en áreas que otrora constituían las lindes de los municipios, la periferia. Así, la gente tiende a vivir alejada de su lugar de trabajo, teniendo que desplazarse varios kilómetros diarios para llegar al laburo/curro. ¿En qué se moviliza?
- En Metro o tren, la mayoría...
- ¿Y la electricidad de dónde viene?
- ...
- En España (potencia mundial de las renovables por sus molinos), sólo un cuarto viene de fuentes renovables (y esto con viento a favor, es el caso de decirlo). Luego que no hay que olvidar los millones que se trasladan hasta la estación en coche, los miles que van en bus o los que directamente van en su propio coche.
 Volviendo a los tecnócratas, si de algo podemos estar seguros es de que estos señores no se pondrán a discutir esos "otros costos" de las políticas de ajuste que sugieren, porque sencillamente no es para lo que estudiaron: ellos saben de tablas de predicciones, estadísticas, complejas fórmulas matemáticas, es decir, dialéctica financiera: sólo existen costos y beneficios económicos, sólo existe lo mensurable, no ven el bosque, sólo "un montón de leña". Ahora, si el nuestro es un problema de recursos, o mejor dicho de la escasez y no sólo de la gestión de estos (en lo que estos modernos sabios de Sion tal vez podrían iluminarnos), ¿por qué unos frikis de las matemáticas, de las apuestas y con cierta intuición para los negocios habrían de guiarnos mejor que los políticos?
 Tampoco quiero que esto se vea como una loa a esos entrañables hijos de mil puta que uno ya conoce y llevará siempre en algún rinconcito putrefacto del corazón (mal que nos pese...). Lo que quiero decir es que si podemos llegar a un acuerdo en que el nuestro es un problema de recursos, bien podemos también estar de acuerdo en que, ante la naturaleza del problema, tanto las patéticas trifulcas políticas como las convenciones de banqueros y hombres de negocios generan "soluciones" tan válidas como las que saldrían de preguntarle a un brujo o hacer una encuesta por internet.
 Imaginemos en la reunión de los banqueros la presentación del problema: "¡A ver señores!! Que somos 7 mil millones de personas y necesitamos comer todas.... y, si es posible que un cuarto de la población mundial no se vea afectada por cáncer, malformaciones genéticas y abortos espontáneos o se contaminen las napas de agua, ¿alguna idea? ... lo siento, señor Monsanto, lo suyo es voto cantado... ¿el resto? ..."
  Sí, sé que suena a exageración, pero para demostrar que no lo es, recomiendo las entrevistas hechas por Jorge Lanata en su documental "Deuda" a altos cargos del FMI. En una un tipo sostenía que "no hacía falta conocer una sociedad para saber de sus necesidades". ¡Es más! ¡El conocer a la gente era a la sagrada sapiencia de este pistolero algo que podía "afectar negativamente" su trabajo al incidir en su sacrosanta "objetividad" (o mejor dicho en la sacrosanta objetividad de los números)! No sé si se entiende la cosa: el tipo se dedicaba a prestar dinero para el desarrollo, que es para lo que el FMI (se supone) ha sido creado: para generar riqueza en el mundo sub desarrollado. Pero para generar riqueza en Haití, no hacía falta conocer a los haitianos... más bien había que revisar cifras e índices y dictarles "los deberes" en materia tributaria, productiva, sanitaria, educativa... todo para ayudar a que los haitianos puedan cumplir con el préstamo. ¡¡Es que hay que ser muy hijo de puta!!
 Repito el interrogante: ¿cómo coño estos señores pueden tener la solución a todos nuestros problemas cuando a lo que se dedican es a las finanzas, es decir, a números, fórmulas e índices? Y hablando de esos índices, tan objetivos: ¿de dónde coño los sacan? Lo digo porque al parecer indican nada menos que lo que ellos quieren que indiquen (y si no recuerden la bochornosa {e impune} calificación de S&P a Lehman Brothers en 2008)?... ¿Qué harán los tecnócratas para salvar el mundo? Bajo el imperio de éstos, ¿qué comeríamos? ¿Hipotecas subprime? ¿"Derivadas", esas acciones que ni ellos mismos pueden explicar? (Ver "Capitalism, a love story" de Michael Moore)?

 - "Bueno, disculpemé', pero si a este berenjenal lo han creado ellos, ¿quiénes si no ellos para arreglarlo? ¡Fijesé'! Los buscan en todas partes: en Grecia, el Papandreu ya es historia y en su lugar entró un banquero. Rajoy, como no tenía el número del Mingo Cavallo lo llamó a Rodrigo Rato, que fue cabeza del FMI. ¡Si hasta Berlusca tuvo que ceder su lugar a un gobierno de tecnócratas, porque ni siquiera Monti se salva!"
 ...
 No sé... tal vez tengan razón... tal vez sólo hay que esperar a que los que montaron la crisis financiera hagan lo que saben hacer y arreglen el mundo. Al fin de cuentas, son-las-finanzas-las-que-mueven-al-mundo... sí, mejor que venga uno de estos alquimistas, uno de estos sabios de la dialéctica financiera, uno de estos monjes del sagrado "libre-juego" de la oferta y la demanda, del costo y beneficio, en pesos, euros, yuanes, o dólares. Y por favor, que alguien les avise a los niños de Iraq, Afganistán y Libia que no desesperen, ¡nuestros banqueros y economistas están trabajando en la solución!

 Madrid, 2 de diciembre

sábado, 5 de noviembre de 2011

Cristina Fernández denuncia el "capitalismo anárquico"


 Subo el resumen de 678 del discurso de la recientemente re electa Presidente de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ante el G-20. 
 No comparto del todo la solución, no me parece que debamos "volver al capitalismo" porque sigo pensando que éste lleva consigo la crisis desde el momento en que postula la necesidad de un crecimiento ad infinitum
 La crisis, por el momento, no golpea en el cono sur, pero a no desesperar, especuladores, lejos estamos de romper con el círculo vicioso del capitalismo. Por lo tanto, desde donde menos lo esperemos, llegará tarde o temprano una ola que nos hará arrepentirnos de nuestra arrogancia. 
 Ojalá no sea así, ojalá rompamos el esquema, salgamos del círculo vicioso para entrar en un círculo virtuoso de una economía a la medida del hombre... por ahora no lo veo, sólo veo nuestra arrogancia argenta al ver que el mundo tiembla mientras nosotros seguimos colocando commodities con el brillo de la avaricia en nuestros ojos.    


miércoles, 5 de octubre de 2011

Las cagadas de los gatos, como las de los médicos, se tapan con tierra... ¿y las de los periodistas? "Se hacen tapa"

Bansky y su sutil crítica al periodismo basura 
 Un nuevo caso de extremo profesionalismo periodístico... 

 Llama la atención: si un cirujano se equivoca en su ejercicio profesional es posible que sea llevado a la justicia, en donde puede perder, por ejemplo, la licencia para ejercer... 
 Tras la caída de un obrero desde una construcción, casi al mismo tiempo que se llama al servicio de urgencias se está pensando en quién es el responsable, quién o no hizo lo que tenía que hacer o hizo lo que no tenía que hacer... en cualquiera de estos casos es muy probable que aparezca algún simpático abogado movido por <el-deseo-de-que-se-haga-justicia>. Pero aunque no aparezca tan pintoresco personaje, de lo que no se salva ni el médico, ni el ingeniero o arquitecto o capataz, ni vos que leés esto, ni yo que lo escribo, de lo que no se salva nadie, es de la opinión popular, del juicio o de la condena social, esa que corre más rápido que un abogado oliendo carroña (si tal cosa fuera posible), esa que hoy besa los pasos de su ídolo para mañana vejarlo en la cruz.
 Es por ella que la labor de los comunicadores se vuelve tan importante, tan gravitante en el devenir de todo grupo o sociedad: porque los seres humanos tendemos a tomar ciertas interpretaciones de la realidad como la realidad misma, y tales representaciones suelen ser bastantes impermeables o resistentes a asimilar otros datos que podrían constituir una clara evidencia en contra de la postura que inicialmente hemos adoptado.
 Por ejemplo (de ficción), en las noticias hablan de la muerte de una mujer, cuyo cadáver aparece con múltiples cortes. La primera versión habla de la detención de un albañil como presunto autor material debido, según "fuentes confiables" (rara vez reseñadas por el cronista), a la existencia de "abrumadora evidencia circunstancial": el acusado, continúa el cronista, "tenía sangre presumiblemente de la víctima" en las mangas y algunas heridas en las manos, "posiblemente generadas en un forcejeo con la víctima, además de tener en su poder herramientas que bien podrían haber sido las que causaron las heridas", nos explica el cronista, que podría agergar que "no se descarta que el móvil sea el robo".  
 ¿Qué dice una persona común al leer semejantes crónicas? Imaginemos que lo comenta en el trabajo:

- ¿Viste al albañil hijo de puta ese que mató a la mina para robarle?
- Sí, acabo de venir del bar y escuché las novedades. El tipo dijo que no tenía nada que ver.
- Eso dicen todos... ¡Pero si estaba en el mismo edificio de la mujer!
- Sí, pero los peritos piensan que la mina murió mucho antes que el tipo fuera a trabajar.
- ¿Quién? ¿Los peritos? ¡Pero si la policía es tan inepta que no pueden determinar ni la temperatura de un café con leche!
- Decían que si bien no había forma de saber con certeza la hora de ataque, por una técnica de peritaje podían establecer que la mina, cuando la encontraron, llevaba muerta al menos 8 horas, y el tipo a esa hora estaba en su casa; un vecino lo vio salir a a la mañana, incluso tenía el boleto del tren que decía la hora a la que lo tomó.
- Se lo habrá robado a algún compañero de trabajo.
- Parece que ese día estaba solo.
- ¡Se lo habrá dado algún familiar para hacerlo zafar!
- Puede ser... pero, ¿y el vecino que lo vio salir de la casa esa mañana?
- Será amigo del tipo, o lo soñó, o se confundió... ¡no sé! Y además, ¡está lo de la sangre en las mangas!
- Sí, parece que es cierto. El corte se lo hizo trabajando esa mañana...
- Sí, ¡forcejeando con la víctima!
- Pues decía el perito que las características de la herida se podía haber hecho como el tipo le explicó y que si bien no era imposible, que era muy improbable que se la hubiera hecho en un forcejeo con otra persona.
- Sí, seguro... tuvo un accidente con las herramientas... ¡se le cayó la pala en la cabeza de la pobre mina...!
 * * *
 ¿Cuánta evidencia haría falta para convencer a nuestro colega de que el albañil es más inocente que el 28 de diciembre? Tal vez sería tarea imposible, tal vez ya nada pueda convencerlo de rectificar aquella primera impresión, aquella primera versión de lo que piensa que fueron los hechos. ¿Por qué es posible que no llegue a rectificar jamás? Pues porque en su psiquis opera lo que Pichon Rivière llamara el "obstáculo epistemofílico", es decir, una predisposición afectiva que condiciona el acercamiento a cierto objeto de estudio; o quizá sea la influencia de lo que Bachelard llamara "obstáculo epistemológico", esto es, cierto conocimiento previo que dificulta la integración de nueva información... mentes brillantes, conceptos rimbombantes y todo para nombrar aquello que en el barrio llamamos simplemente prejuicio. Los prejuicios son, tomando un concepto general de la psicología cognitiva, ideas automáticas, que sirven de marco o de fondo a la figura de nuestro pensamiento, sin que tengamos conciencia de ellos. Es por eso que resultan tan difícil reconocerlos en nosotros mismos, aunque nos cuesta bastante poco verlos en los demás. Y es también por esta dificultad en el reconocimiento de los propios prejuicios que corregirlos cuesta muchísimo trabajo y normalmente es imposible sin la asistencia de un tercero que, cual Sócrates con su mayéutica, nos allane el camino hacia una mirada desprejuiciada.
 A la luz de lo expresado arriba, los periodistas deberían responder ante la comunidad igual que lo hace el médico, el arquitecto, el albañil o cualquier ciudadano responsable de sus actos. Las cagadas de los médicos, como las de los gatos, se tapan con tierra... ¿y las de los periodistas? Las de estos más que taparse con tierra, se hacen tapa, de revistas y periódicos, para luego, en ediciones posteriores, publicar en alguna página perdida, una minúscula errata, si es que se lo hace...
22/09 - Primera de las tres notas que le dedicara el derechoso Abc de España 
 ¿Por qué hablo de esto en esta entrada? Porque hace unas semanas se publicó una noticia en el New York Post (diario sensacionalista propiedad de Rupert Murdoch, magnate de los medios que no necesita presentación) en la que se "informaba" que la presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, había gastado más de 100.000 dólares en zapatos de lujo mientras se encontraba en Nueva York para la sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas. Acto seguido, diferentes medios del mundo se encargaron de difundir la "noticia" en sus respectivas ediciones con títulos como "El lío de los zapatos de Cristina Fernández" de El País. El peor fue el derechoso ABC, también de España, que le dedicó tres notas a la cuestión y ninguna errata posterior: la primera nota se tituló "La debilidad de Cristina Fernández de Kirchner", la siguiente, menos poética aunque más al punto, "Cristina Kirchner se gasta 110.000 dólares en zapatos", ocasión en la que aprovecha para comparar a nuestra presidente con una primera dama filipina que dice tener 1060 pares de zapatos; y la tercera "Cristina Kirchner y sus carísimos zapatos", en donde exponen otra versión (¿libre?) en la que el escenario de la compra compulsiva no es Nueva York sino París... podrían reseñarse muchas notas más, pero todas cuentan, palabras más o menos, lo mismo.
 Si alguno desconfía, pueden leerse muchas notas con fuentes más confiables e igualmente hijas de puta, como la que publica Perfil o el oficialista DiarioRegistrado, que describen cómo se habría armado la operación. Pero yo quiero volver sobre la cuestión del Abc, que como dije, tiene tiempo de escribir tres notas con mentiras pero no ha encontrado (desde el 22 de septiembre que se publicó la primera basura hasta ahora) el tiempo para publicar un sólo renglón de errata, y eso me parece imperdonable. No porque manchen su honor (¿qué le hace una mancha más al tigre?) sino porque de esta manera la operación "Zapatos presidenciales", como la ha bautizado DiarioRegistrado, ha sido un éxito rotundo: por medio de tan despreciable y sencilla maniobra se ha invisibilizado, silenciado el discurso de Cristina en la Asamblea de Naciones Unidas, que en comparación con los timoratos discursos que suelen escucharse en tales ocasiones, bien podría definirse como revolucionario, y no exagero.

Capturas de las noticias reseñadas: Perfil, medio antikirchnerista; DiarioRegistrado, medio-cre medio oficialista 
 El discurso silenciado
 En su discurso ante la asamblea de la ONU, en menos de media hora, Cristina pidió al Reino Unido que cumpla alguna "de las diez resoluciones" de Naciones Unidas para sentarse a discutir la soberanía de las Islas Malvinas. Posteriormente, habló del "sueño" de que Palestina sea reconocido como el estado 194 de Naciones Unidas, criticó a quienes consideran un peligro para el estado de Israel tal reconocimiento y sostuvo que hasta que Palestina no sea un estado de pleno reconocimiento se estará dando "coartada" al terrorismo internacional. Además, criticó el proceder histórico de Irán con relación a la investigación de la voladura de la embajada de Israel en Buenos Aires, si bien reconoció un reciente cambio en su postura que espera sea beneficioso para la investigación del atentado.
 Por otro lado, fustigó las políticas de ajustes y recortes sociales que tanto daño hicieron en nuestro país durante más de diez años, que llevaron a las consecuencias por todos conocidas y que constituyen la misma receta prescripta por la Unión Europea (leasé, Alemania y Francia) para los países que se encuentran en graves problemas económicos. Mencionó la insólita "volatilidad de los mercados", señaló la vigencia de la "economía del enter" en la que los activos no existen más que en una pantalla y que tras oprimir una tecla, especuladores realizan operaciones que ponen en jaque la economía de los países, "destruyen puestos de trabajo" y generan "grandes utilidades" para unos pocos; ante esta situación considera que la única solución posible es "la regulación" del mercado por parte de las entidades internacionales de crédito. Más adelante se refirió a las agencias calificadoras de riesgo, a quienes endilgó una "gran responsabilidad en la crisis de hoy". Además habló de la "injusticia del derecho de veto" de los países miembros del Consejo de Seguridad, prerrogativa que hace que el funcionamiento de este organismo no sea plenamente democrático.

 No sé qué opinarán ustedes, pero a mí me llena de indignación ver semejante discurso silenciado. La operación ha sido de lo más burda y, lo peor, los medios mencionados no han tenido la decencia de publicar siquiera una columna de rectificación.
 El daño que infringe un médico es más o menos fácil de determinar; el daño de un periodista no depende sólo de él, sino de la configuración de lo que Kurt Lewin llamara "el campo", y lamentablemente el campo de la desinformación mediática es proclive a la multiplicación extrema de semejantes mentiras, al punto que el engaño no halla límites.
 Todo derecho conlleva una gran responsabilidad. "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decir lo piensas", proclamaba Voltaire... la putada es que al día de hoy, más de un lector incauto se inmolaría por el derecho a que las ponzoñosas palabras de un ejército de pseudo periodistas hijos de puta, a través de diferentes medios, infestaran de engaños esas mentes, infección que, por las humanas razones ya esbozadas más arriba, se vuelve cada vez más difícil de erradicar.
 El pobre Rodolfo Walsh se moriría otra vez de la indignación, de la indignidad de estos mal llamados periodistas.

 Madrid, 5 de octubre 

martes, 20 de septiembre de 2011

Noticias sobre reciclaje...

Cargol a la Reserva d'aus de El Prat (Baix Llobregat, Catalunya)
 Semana de efemérides: 11 de septiembre, Diada Nacional de Catalunya (se recuerda la batalla dels segadors, la batalla cuando Catalunya quedó bajo lo que luego sería la corona española); muerte de ese hermoso hombre que era Salvador Allende tras el golpe de estado del traidor Pinochet; caída de las Torres Gemelas (panfleto que sólo los imbéciles pueden creer). Además semana del aniversario de la Noche de los lápices (día en que encarcelaron, desaparecieron, torturaron y asesinaron a un grupo de jovenes de entre 14 y 18 años de los cuales, si mal no recuerdo, sólo sobrevivieron tres) y de la (¿mal llamada?) primera desaparición en democracia, la de Jorge Julio López, testigo clave contra el represor Etchecolatz...   

 Pero quiero traer a colación algo diferente: tras una semanita en la choza he vuelto a Barna para encontrarme con mi colega Salvatore, hoy mismo he encontrado entre tantas noticias: S&P amenaza con rebajar la calificación de deuda de Italia, circulan versiones de que Grecia puede estar más cerca que nunca de lo que di en llamar en otro post como la gran Argentina; 

Peeeero la noticia que destaco es una que tiene que ver con mi último post. 
Captura de la nota de El País - Click aquí para leer la nota
 Y para hacerlo un poquito más audiovisual, le agrego a la Bebe que dice que "la tierra tiene fiebre, necesita medicina y un poquito de amor que le cure la penita que tiene". 


¡A ver si alguien más se juega a enviar algún comentario!  

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El debate de lo sostenible o lo insostenible del debate


 Viendo 678 (programa de política argentino) y chateando con otros espectadores, me trencé en interesante discusión. Si bien al principio me costó bastante darme a entender (como yo criticaba al gobierno argentino actual {pese a defenderlo en muchos aspectos} se me tildó de "fascista", luego de "vendido" y finalmente de iluso/ingenuo y un poco pelotudo {siempre igual}) al final, la peña quiso saber un poco a qué me refería con <sostenible>, por qué criticaba el crecimiento (que en Argentina no da tregua) y si los problemas que yo denunciaba como acuciantes en la actualidad "no serían solucionados por la ciencia en el futuro"... 
 Quizá sea por el gusto por las paradojas o por las pajas mentales, pero por alguna razón no me dejan de llamar la atención las flagrantes contradicciones de nuestra humanidad. Ya hablaba en los primeros posts acerca de las paradojas del tiempo y la velocidad en nuestra concepción moderna del mundo y ahora no puedo menos que retomar el tema, viejo como la humanidad. Y si no, veamos un fragmento de la obra de Sábato:

— Ah, me va a demostrar ahora que el hombre de hoy vive peor que el romano.
— Depende. No creo, por ejemplo, que un pobre diablo que trabaja ocho horas diarias en una fundición, bajo control electrónico, sea más feliz que un pastor griego. En Estados Unidos, paraíso de la mecanización, los dos tercios de la población son neuróticos.
— Me gustaría saber si usted viajaría en diligencia en lugar de hacerlo en ferrocarril.
— Por supuesto. El viaje en coche era más hermoso y más tranquilo. Y mejor todavía cuando se andaba a caballo: se tomaba aire y sol, se contemplaba apaciblemente el paisaje. Los apóstoles de la máquina nos dijeron que cada día daría al hombre más tiempo para el ocio. La verdad es que el hombre tiene cada día menos tiempo, cada día anda más enloquecido.
                                                         ("Sobre héroes y tumbas" - Informe sobre ciegos)

 Vemos así que la idea del progreso y la aceleración del tiempo eran asociadas ya desde mediados del siglo pasado y que el progreso técnico era visto por muchos como un fin en sí mismo y no como un medio.
 Si prestamos atención a nuestra sociedad actual veremos cómo surgen un sinfín de contradicciones que demuestran que la preocupación por el medio ambiente es poco menos que un panfleto, que sirve para lavarle la cara al sistema y limpiarnos nuestra consciencia de consumistas compulsivos (prefiero ese rótulo al de "consumidores", mucho menos corrosivo). 

 Ejemplo 1) Oceanográfico de Valencia. El objetivo de estos lugares, así como las otras cárceles didácticas (los zoológicos) es acercar "la naturaleza" (muy entre comillas) a la gente de a pie... (y no tan  a pie, porque la entradita cuesta más de 20 euros). Y esta exhibición, ¿para qué? Uno se imagina que, más allá del objetivo claro de exhibir animales para el ocio de los humanos, estos lugares han sido concebidos para generar conciencia acerca de la necesidad de cuidar el ambiente, pues es el hogar de millones de seres vivientes que, de no existir tales espacios, sólo podríamos observar en libros y documentales. ¡Ni hablemos de intentar enseñar que al maltratar a pachamama nos maltratamos a nosotros mismo!
 Ahora bien, el maestro bien puede dar una clase excepcional y sin embargo sus alumnos no aprender nada. Es decir, la ineptitud o desatención de los educandos no puede ser endilgada por completo a las dotes del maestro... o lo que es lo mismo, en el Oceanográfico de Valencia el hecho de que la gente no respete a los animales, prefiriendo estresarlos con los flashes antes que renunciar a una foto más enfocada, puede no probar que el parque está mal montado sino simplemente que la gente es muy desconsiderada. En lo personal, prefiero pensar que ambas cosas se potencian: los gestores del Oceanográfico no logran concienciar a la gente (dudo de que lo intenten) y la gente prefiere pensar en la naturaleza como una mera atracción de un parque de diversiones.
Los carteles pregonan
"Abajo la sociedad de consumo" 
 ¿Cómo podrían los gestores generar más conciencia? Primero que nada, siendo coherentes. Por ejemplo, en el mismo predio del Oceanográfico pudimos ver aves nocturnas estaqueadas a pleno sol. En el comedor, en lugar de usar vajilla reutilizable todo era de plástico, mientras que en un cartel escondido por algún lado podía leerse que en el océano hay en la actualidad 4 veces más plástico que plancton. Había muchísimas personas atendiendo las mesas de los bares dentro del propio parque, pero nadie controlaba que la gente no sacara fotos con flash, es decir, había más gente limpiando mesas que velando por la seguridad de los animales. Y, el colmo de lo insostenible, una pantalla electrónica que se apagaba y se encendía con preciosos colores y una prédica ecológica: "¡Apaga la luz cuando no te haga falta!". ¡Fantástico! Tal cual el chiste de Quino que reproduzco a un costado.
 El problema de este lugar, y contradiciendo lo arriba expresado ("sinónimo de vida"), no es la incoherencia sino más bien la excesiva coherencia con los-tiempos-que-corren: el oceanográfico no es un lugar para generar conciencia, es un lugar para generar turismo y en el turismo, así como en el resto de los negocios, el cliente siempre tiene la razón. ¿Qué importa el malestar que le genera a un puto búho estar estaqueado a los rayos del sol, o a una morsa estar reducida a un estanque cuyo equivalente humano sería una bañera de dos por dos? Seguramente nos dirían que allí la gente puede aprender a cuidar a los animales, porque así toma conciencia, los conoce y se sensibiliza, pero creemos que hacen falta dosis importantísimas de ingenuidad para poder pensar que esto es así.

Ejemplo 2) Productos BIO-ECOLÓGICOS. El presente caso puede abordarse desde un sinfín de aspectos. Por ejemplo, aquí en nuestro querido barrio de Sants, hay una tienda que ofrece "higos ecológicos", pudiendo querer decir con esto otro sinfín de cosas: que la siembra se realiza con métodos tradicionales, que no se emplean agroquímicos, que las semillas no son modificadas genéticamente o no tiene conservantes o aditivos o agregados, entre muchas otras cosas. Ahora bien, cuando me pongo a leer la procedencia de los dichosos higos me encuentro con la leyenda "Made in Türkiye", con lo cual, y en esto la mayoría de los mortales no nos paramos a pensar, el rótulo ecológico ha perdido todo sentido, a menos que para su transporte se haya empleado un burro que justo estaba viniendo para la península ibérica, o algún ave migratoria que venía a visitar parientes en Catalunya y que no tuvo mejor idea que traer de paso un paquete de higos ecológicos o que el mismísimo Forrest Gump, al pasar por Turquía se guardó una bolsita de higos (no digamos dónde) y se cruzó a nado tres cuartas partes del mar Mediterráneo.  
  Evidentemente no queda claro y por eso insistimos: un producto ecológico, al ser transportado empleando combustibles fósiles, deja de ser ecológico, puesto que para que podamos acceder a éste se ha gastado una cantidad enorme de recursos.
 Ni hablar de los huevos ecológicos (esto es, de granja) que comprábamos con Tere en el Mercat de Sants, que costaban 4 veces lo que los huevos normales, y que vienen envueltos en plástico (primero) y luego revestidos en cartón... ¿podríamos decir "huevos progres en packaging reaccionario"?

Ejemplo 3) Cambio de productos antiguos por nuevos con mejor rendimiento eléctrico. Muchas veces se escucha el argumento de que la vieja heladera consume mucho y que al cambiarla por una nueva contribuimos al medio ambiente... Si bien el argumento en sí no es falaz, la pregunta que rara vez se escucha es ¿qué sucede con la heladera vieja? "Se recicla", responden algunos. Ah, ¿sí? ¿Quiénes se encargan de tal faena...? Porque las malas lenguas (entre otras, la BBC) dicen que las empresas que supuestamente se encargan de hacer estas faenas ecológicas acaban reciclando las partes valiosas y enviando las restantes (muchas veces tóxicas y peligrosísimas) a países del tercer mundo como Ghana (y si no me creen, vale la pena mirar el documental del que ya hablaba en otro post, "Comprar tirar  comprar").
 Mucho menos ajeno nos resultará a nosotros, nuestroamericanos, hablar del caso de los teléfonos celulares... ¿Cada cuánto cambias el tuyo? ¿Lo cambias porque has sido una víctima más de la obsolescencia programada, o porque simplemente quieres uno mejor? ¿Tienes idea de qué sucede con tu teléfono una vez que lo desechas? ¿Conoces algo acerca de las iniciativas gubernamentales para hacer algo respecto a estos peligrosos residuos? Pregunto no porque sea un experto en la materia, sino justamente porque ignoro por completo la existencia de política alguna en mi país (la Argentina) en cuanto a estas cuestiones. 

 Hay muchos ejemplos más, tanto en Europa como en Nuestramérica. Por ejemplo, en Europa, las empresas aéreas Low cost (de bajo costo) cuyos precios de venta no alcanzan ni siquiera para cubrir el costo de la gasolina. Esto remite al fallo conceptual que denunciaba Schumacher (no el corredor, sino un brillante economista alemán) ya en la década del 70: el error de "tratar como renta lo que es capital". Equivaldría, aproximadamente, a vender adobe fabricado con la tierra cimiente de nuestra propia casa para luego, sin concebir el costo que tuvo cargarnos parte de nuestro capital (el riesgo en que hemos puesto a nuestro hogar), salir de fiesta con las "ganancias" surgidas de la transacción. Pero claro, las empresas aéreas no tienen que velar por las reservas de combustible del mundo, esas que tardaron millones de años en constituirse y que estamos consumiendo con el vértigo de los mercados; ellas sólo tienen que velar por nosotros, los consumidores, para que podamos acceder a sus gangas, a sus precios de locura que ni siquiera alcanzan para pagar la gasolina mientras nos comemos metro a metro los cimientos de nuestra casa.     

Crecimiento y consumo
"¿Por qué está mal crecer?", me preguntaba un contertuliano del chat, un tanto desencajado ante mis críticas. Sabía perfectamente que en la actualidad el nivel de vida de una sociedad es medido por el nivel de consumo, es decir, bajo esta óptica, quien más consume mejor vive... que cada uno sopese bien estas ideas, hay mucha tela para cortar.  
 Para no dejar sin respuesta a mi camarada de chat, esbozo una explicación: el problema no es el crecimiento en sí, sino más bien cómo es que crecemos, para qué crecemos, qué sucede con los frutos de nuestro crecimiento, entre muchísimos interrogantes. El caso español de la construcción es un ejemplo ideal (ver el video de Aleix Saló, posteado antes) pero no es, ni muchísimo menos, el único. La construcción generó muchísimo empleo y provocó que mucha gente se enriqueciera mucho, pero sucedió que en muchos lugares no se tuviera en cuenta la cuenca hídrica (es decir, el agua disponible en una zona particular) por lo que si se ocuparan plenamente estos departamentos (hoy vacíos en casi su totalidad, por ejemplo en Murcia y buena parte de Valencia), el agua no alcanzaría para abastacer a la población que allí viviera. Es un ejemplo perfecto para ver cómo, pese a haber generado "crecimiento económico", éste no se tradujo en mejoras en la calidad de vida sino que, por el contrario, generó nuevos problemas muy severos y de difícil solución, si es que la tienen; no considero válida la solución de desviar cursos de agua de otros territorios ya que ello generaría desabastecimiento en aquellos, como lo de "vestir un santo desvistiendo a otro". 
 Pero no hace falta mirar casos tan lejanos y extremos. Miremos el auge del consumo en nuestros países latinoamericanos, sobre todo Argentina que le va "tan bien" en este aspecto... en Córdoba, por ejemplo, no se sabe qué hacer con la basura y en el primer mundo tampoco tienen respuesta (y si no, vean Nápoles y su conflicto con la Camorra; en varios documentales, incluido el ya mencionado de la BBC y "Comprar tirar comprar", se habla de cómo países como Alemania, Reino Unido, USA y otros envían contenedores de "ayuda humanitaria" que en realidad contienen pura chatarra tecnológica); pero bueno! La máquina sigue funcionando a todo vapor, estamos creciendo y las noticias son buenas. Repito lo que dijo otro en el chat: "ya verán los científicos en el futuro cómo solucionar estas cosas, ahora lo importante es crecer". Lo que el compañero ignora o prefiere ignorar es que los problemas de nuestra civilización neoliberal actual son producto, como dice Schumacher, no de viejos errores sino de nuestras viejas soluciones, de lo que consideramos "viejos aciertos". Como dijo alguno, es como estar al mando del Titanic y que tras el impacto con el iceberg digamos "¡A toda marcha!". 
 Insisto, en la Argentina (en Córdoba al menos) no sabemos qué carajo hacer con la basura, pero ante cada noticia de que el crecimiento se consolida, que el consumo se aviva, ante cada iniciativa que apunta a incrementar el consumo y por tanto la generación de mierda, en lugar de detenernos a pensar hacia dónde vamos, miramos a otro lado, compramos una hamburguesa de McDonald's y nos contentamos al pensar que todos esos papeles y cartones serán reciclados (sin preguntarnos el costo que tiene tal reciclaje). En mi barrio de Nueva Córdoba, al comprar un pebete (sándwich) y una coca cola te dan: la bolsa del bocata, otra bolsa más grande para que quepa también la gaseosa (que si está desatento el vendedor también te la da en otra bolsita) y una pajita en su respectivo envase de papel... y si les pedís que no te den bolsa, te miran como si fueras un extraterrestre y en más de una ocasión hace falta tirar una bronca porque no te hacen caso, tan acostumbrados están a llenar a la gente de mierda. 
 Otro ejemplo argentino: como el problema del alevoso crecimiento automotor no es tan grave y, a diferencia de Europa, aún se puede encontrar aparcamiento, para hacer 300 metros uno se sube al coche, no por malicia, está claro, sino por el patrón automático de conducta: ¿para qué voy a caminar pudiendo ir en auto? 
 Yo me pregunto ¿alguien se ha puesto a pensar en los millones de años que tuvo que pasar para que los procesos propios de la naturaleza diesen por resultado el oro negro? Y luego ¿en cuántas milésimas de segundo una 4x4 se carga miles de años de la naturaleza, sólo para demostrarle al pueblo el poder de la billetera de papá? En segundos, miles, millones de años de la naturaleza son convertidos en eso: basura.
Floreta a Montseny (Vallés Oriental, Catalunya) 
 Recordando la ley de Lavoisier (esa que decía "en la naturaleza nada se pierde ni se crea, todo se transforma") en "Comprar tirar comprar" un alemán afirma: "la naturaleza no genera residuos, sólo nutrientes". 

Seguro pueden decirse más cosas... por ahora, hasta aquí llego yo. 

Barcelona, 7 de septiembre